martes

Vivir en el closet

Ahhh... bello y amado closet! cuánta alegría me has dado!...


Sencillamente los que están o estuvimos en el closet alguna vez lo sabemos. Vivir en el armario es protegernos de muchas cosas, sobre todo de la responsabilidad que implica ser uno mismo y tener que enfrentar desvalorizaciones de nuestra familia, de nuestros compañeros de trabajo, de nuestros ¿amigos?, de nosotros mismos en general.


Por eso montamos un lindo hogar contenedor dentro de un cuadrado de madera con dos puertitas al que llamamos closet. Tenemos una vida muy particular allí dentro, nadie puede criticarnos porque somos ¿"normales"?, y nos inventamos gustos muy aceptados por la sociedad, sobre todo en el terreno sexual. Allí está el macho de América desesperado por mujeres fatales que se pasean delante de sus narices, alardeando lo mucho que aprecian sus lindas nalgas, cuando en realidad envidian sus zapatos y su novio. Ahí andan ellas, locas de amor por algún novio imaginario que nunca nadie vió ni siquiera en fotos porque siempre está de viaje y no puede ser presentado en sociedad. Y los más osados... hasta buscan a un amigx que les hagan el aguante y por una hora sean la pareja ideal.


Sí! el closet es ese mundo ideal que todos modelamos para no salir heridos de ninguna situación incómoda. Es ese Neverland en donde ponemos el pecho frente a comentarios que hablan de nuestra sexualidad y desviamos la atención de los interlocutores con frases como: "Pero por favor! mirá que me van a gustar las minas si soy una trola", o "Callate, no será que te gusto? PUTO!".


El closet es esa maravillosa experiencia de vida por la que pasamos todxs y hasta los que deciden vivir eternamente dentro de él, siempre querrán dejarlo atrás. Porque no hay nada más hermoso que ser uno mismo, enfrentando todo tipo de responsabilidades por serlo, y ayudando a los demás a aprender que todxs somos diferentes y que el respeto debe ser primordial en esto, porque si no aceptamos las diferencias, nunca podremos convivir en armonía.


Así que amigos... los invito a desenclosetarse. Y por qué no? a compartir la maravillosa experiencia de ese camino transitado.


Sean binvenidxs!.